martes, 26 de octubre de 2010
Siroco y guitarras
El siroco era tan fuerte que a trescientos metros la escuela no se veía, como si el polvo la hubiera engullido.
Los días en que el siroco es muy fuerte a los niños en la escuela los envían a sus casas. Ensayar en el centro cultural, como cada día, resultaba enormememte dificultoso, por ello decidimos hacerlo en la jaima de uno de los alumnos. Para los que no conozcan la cultura saharaui, la jaima es el centro neurálgico familiar, en ella pueden suceder simultáneamente las acciones más variopintas. En nuestro caso convivieron las clases de guitarra con la madre haciendo té, los hermanos pequeños mezclados entre los guitarristas curioseando y múltiples adultos y niños entrando y saliendo por diferentes motivos. Pero todos respetaban la lección.
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